La falsificación de medicamentos y dispositivos médicos es una amenaza global según el SICPA
La venta y uso de medicamentos y dispositivos médicos falsificados es un enorme problema, que afecta tanto a las farmacéuticas, que ven mermadas sus ventas, como a los pacientes, que pueden verse seriamente afectados al adquirir productos que no contienen la formulación especificada; ya que pueden estar diluidos, como en el caso de algunos productos biológicos, o hasta contener químicos tóxicos.
En el caso de los dispositivos médicos, la calidad de los materiales puede ser menor y eso tiene sin duda una gran repercusión en la salud pública.
Sobre SICPA
En base a esto, SICPA, sociedad privada que se dedica a proporcionar servicios de identificación y trazabilidad de productos, ayudando a la empresas a evaluar y gestionar los riesgos a los que están expuestos sus productos en el mercado, está alertando a muchas organizaciones para que tomen medidas sobre este grave problema de alcance global.
El Vicepresidente de SICPA Richard Einhorn manifestó al respecto: “En lugares como el África subsahariana, el 30-40% de todos los medicamentos son creados y documentados para ser falsificados.”
Los servicios que realiza SICPA incluyen la detección de materiales falsificados, así como el abordaje de problemas de desviación, es decir, cuando un producto cuyo destino era un mercado en particular, pero termina en uno distinto al presupuestado.
Las estrategias de los falsificadores
Hay casos de adulteraciones tan burdas en el que un simple análisis detecta que los medicamentos vendidos como Aspirinas, por ejemplo, son sólo una mezcla de azúcar y otros productos.
A través de internet, el problema de las drogas falsificadas se ha transformado en problema de alcance mundial. Las farmacias que realizan ventas en línea a menudo se catalogan como procedentes de Canadá para aumentar de esta forma su aceptación por parte del consumidor.
Estas organizaciones delictivas cuentan con software cifrados y otras herramientas informáticas y tecnologías de alta gama para traficar con drogas adictivas, incluyendo opioides altamente peligrosos como el fentanilo.
Según Einhorn: “Los falsificadores son bastante buenos copiando el diseño de los productos y los logotipos” (…) “Pero en lo que no son igual de buenos es en la copia de las características de seguridad que se han añadido, ya sea en el envase del blíster, en los precintos de seguridad, o en los propios medicamentos.”
Servicios de SICPA para determinar las falsificaciones
Para realizar este seguimiento y autenticación de productos, SICPA utiliza su sistema llamado Plastiward, que permite a las empresas incorporar una etiqueta que combina características de identificación y trazabilidad de los plásticos empleados para elaborar los dispositivos médicos.
Ya que según Yann Ischi, Director de Nuevos Canales y Alianzas, la incorporación de esta etiqueta altamente específica en el plástico del producto tiene “casi ningún impacto en el proceso de producción”. Un dispositivo de detección manual se usa como medio de identificación si un producto es auténtico o falso. El detector se conecta a una aplicación computacional que envía la información obtenida a la oficina central de la compañía, la cual queda registrada en un informe de valor legal.
A modo de explicación, Ischi manifestó: “Usted puede obtener imágenes, puede escanear el código de barras y hacer muchas otras cosas además de tener solo una validación sí / no del dispositivo. (…) Eso es reportado al equipo anti-falsificación y luego al equipo legal para que entren en acción”.
Pero según Einhort, la problemática no se da sólo en la cadena de distribución. El equipo técnico de SICPA también colabora con las empresas en la identificación de los posibles riesgos que pueden afectar a su propia cadena de suministro. Para ilustrar con un ejemplo, Einhorn señaló sobre lo que podría pasar si alguien que elabora un dispositivo médico determinado decide hacer un cambio en las materias primas, como utilizar un plástico más barato en reemplazo del original, sin hacer los estudios correspondientes.
“¿Qué pasa si desea utilizar un EpiPen, pero se rompe porque alguien más arriba decidió ahorrar un par de monedas? Ahora usted no puede entregar ese medicamento salvador.”, manifestó Einhorn.
Con respecto a las pequeñas empresas
Muchas veces los aspectos como son la seguridad del producto comercializado y la lucha contra la falsificación no cuentan dentro de los aspectos que más preocupan o priorizan las pequeñas empresas, ya que “Muchas de estas compañías se encuentran en la cúspide de la comercialización”, dijo Einhort. “Muchos de ellos son tan centrados en conseguir un producto, que a veces se pierden algunas de las cosas más importantes, como es la sostenibilidad de sus negocios.”
También en el caso de que una empresa desee ser comprada, se necesita asegurarse desde un comienzo que no existen riesgos para realizar una comercialización de su producto. Lamentablemente, en la mayoría de los casos, las empresas recurren a SICPA cuando ya existe en circulación alguna falsificación del mismo.
Fuente: http://www.drugdeliverybusiness.com/sicpa-wants-help-companies-protect-id-counterfeit-drugs-devices