Antirretroviral inyectable podría prevenir infecciones de VIH
Un ensayo clínico comparativo revela que el cabotegravir, un antirretroviral inyectable podría prevenir infecciones de VIH, representando una alternativa a la toma diaria de pastillas. El uso de este fármaco para proteger del VIH a personas no infectadas con el virus, podría contribuir a alcanzar la meta trazada por la ONU de erradicar el VIH para el 2030.
El estudio, patrocinado por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de Estados Unidos, se inició en diciembre de 2016 con más de 4500 participantes a nivel mundial. Estas personas, hombres que tienen sexo con hombres (HSH) y mujeres transgénero, no habían sido infectadas con el VIH al momento de iniciar el estudio, una estrategia conocida como profilaxis preexposición.
A un segmento de los participantes, escogidos aleatoriamente, se le administró Truvada, una pastilla diaria que combina dos medicamentos antirretrovirales. A otro segmento se le inyectó bimensualmente cabotegravir, un antirretroviral que ataca la integrasa (una enzima que ayuda a integrar el material genético del VIH en el ADN de la célula huésped durante la replicación viral). Al tercer segmento se le dio un placebo oral o inyectable.
Pandemia obliga a suspender estudio
A finales de abril, la pandemia de COVID-19 obligó a los investigadores a interrumpir el estudio sobre el antirretroviral inyectable que podría prevenir infecciones de VIH, ya que 11 de los 43 centros donde se llevaba a cabo, ubicados en Estados Unidos, Sudáfrica, Argentina, Brasil, Perú, Vietnam y Tailandia, tuvieron que cerrar, mientras que los otros participantes no pudieron acudir a las citas médicas debido a la contingencia.
Los investigadores informaron al comité independiente de supervisión de datos y de seguridad del estudio, y solicitaron que se modificara el objetivo. Esto fue con la idea de demostrar la no inferioridad de las inyecciones de cabotegravir en comparación con el Truvada, en vez de la superioridad del antirretroviral inyectado, como se había contemplado originalmente.
Protección eficaz contra el VIH
Al momento de suspender el estudio, 12 participantes del segmento a los que se les administró el cabotegravir y 38 participantes a los que se les dio el Truvada habían contraído el virus. Estas cifras representan un 0.38 % de incidencia en el segmento al que se le administró cabotegravir comparado con un 1.21 % del segmento tratado con Truvada.
Los investigadores atribuyen el mayor porcentaje de incidencia que presenta Truvada a los problemas de adherencia que conlleva la ingesta diaria de pastillas. El estudio también reveló que tanto las pastillas como las inyecciones resultaron seguras y fueron bien toleradas por los participantes. Se refrenda que el antirretroviral inyectable podría prevenir infecciones de VIH.
Raphael Landovitz, de la universidad de California, Los Ángeles, jefe de protocolo del estudio, dijo que existen tres posibles explicaciones por las cuales 12 participantes contrajeron el VIH a pesar de haber recibido las inyecciones de cabotegravir.
- La primera podría ser el peso de la persona, ya que estudios anteriores demostraron que los hombres y mujeres transgénero con un menor índice de masa corporal tendían a eliminar el fármaco de su flujo sanguíneo con mayor facilidad.
- La segunda posibilidad es que los 12 participantes infectados contrajeron el VIH durante la etapa inicial del estudio.
- La tercera es que las personas infectadas contrajeron una variante del VIH resistente al cabotegravir.
No es una vacuna, pero los resultados son prometedores
Los hallazgos de este estudio todavía no han sido publicados en una revista científica ni presentados en ningún congreso, por lo que los investigadores enfatizan que el cabotegravir no constituye una vacuna contra el VIH. No obstante, el estudio reveló que es un antirretroviral eficaz que presenta una alternativa al uso de las pastillas diarias.
Los investigadores todavía no cuentan con información concluyente con respecto a la eficacia del cabotegravir para prevenir el VIH en otros grupos demográficos. Un análisis minucioso de las infecciones que se produjeron entre homosexuales activos podría arrojar mayor información sobre la posible eficacia de este antirretroviral entre hombres heterosexuales.
Además, un estudio similar, que actualmente se realiza con mujeres heterosexuales y concluirá en noviembre de este año, podría aportar mayor información sobre la eficacia del cabotegravir.
Erradicar el VIH para el 2030
Aunque el cabotegravir de larga duración todavía no ha sido aprobado por las autoridades regulatorias como tratamiento para personas ya infectadas con el VIH, ya muestra resultados prometedores.
Landovitz asegura que ViiV Healthcare, el fabricante de cabotegravir, planea incrementar la producción de antirretrovirales inyectables a nivel global para lograr que sean asequibles para los países de escasos recursos. Sin embargo, todavía no hay información disponible sobre el precio de mercado que tendría este fármaco.
El coinvestigador principal del estudio, Myron Cohen, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte, considera que los datos obtenidos hasta ahora son muy prometedores y que el uso del cabotegravir de larga duración podría contribuir a lograr el objetivo establecido por Naciones Unidas: erradicar el VIH para el 2030.