Menopausia prematura aumenta riesgo de múltiples patologías
Las mujeres que experimentan la menopausia antes de tiempo tienen casi tres veces más probabilidades de desarrollar cuadros crónicos a los 60 años, en comparación con aquellas que atraviesan esta etapa alrededor de los 50 años.
Desde hace un tiempo, se sabe que la menopausia prematura, que ocurre a la edad de 40 años o menos, se asocia con varias patologías crónicas en la etapa de la adultez, como es el caso de las enfermedades cardiovasculares y la diabetes, además de los consabidos riesgos de osteoporosis.
Pese a los estudios existentes, se dispone de poca información sobre si también existe una asociación entre el momento de la menopausia prematura y el desarrollo de múltiples afecciones médicas, conocidas como multimorbilidad.
Una gran población estudiada
Para indagar sobre este tema poco estudiado (menopausia natural y su relación con la multimorbilidad), un grupo de investigadores del Centro de Investigación de Curso Longitudinal y de Vida en la universidad de Queensland, Brisbane (Australia), realizaron una investigación en base a 5107 voluntarias que formaron parte de un estudio nacional de 11 258 mujeres australianas, con edades de entre 45 y 50 años. Los hallazgos se publicaron en la importante revista de medicina reproductiva Human Reproduction.
Los datos empleados provenían de participantes que se habían unido al Estudio Longitudinal Australiano sobre Salud de la Mujer entre los años 1946 y 1951. Las mujeres respondieron a la primera encuesta en 1996 y luego realizaron cuestionarios cada tres años, hasta concluir en el 2016.
Las participantes informaron si habían sido diagnosticadas o tratadas por alguna de estas 11 patologías en los últimos tres años: diabetes, hipertensión arterial, enfermedades cardíacas, accidente cerebrovascular, artritis reumatoidea, osteoporosis, asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), depresión, ansiedad o cáncer de mama. Se consideraba que las mujeres presentaban multimorbilidad si tenían dos o más de estas enfermedades.
Menopausia prematura y multimorbilidad
Durante los 20 años de seguimiento, el 2,3 % de las mujeres experimentaron menopausia prematura y el 55 % desarrolló multimorbilidad.
Al comparar con las mujeres que tuvieron la menopausia a la edad de 50-51 años, aquellas con menopausia prematura tenían el doble de probabilidades de desarrollar multimorbilidad a la edad de 60 años y tres veces más riesgo de presentar multimorbilidad a partir de esta edad.
El doctor Xiaolin Xu, quien realizó la investigación como parte de su tesis doctoral en la universidad de Queensland y ahora es profesor en la universidad de Zhejiang, China, manifestó: «Encontramos que el 71 % de las mujeres con menopausia prematura habían desarrollado multimorbilidad a los 60 años en comparación con el 55 % de las mujeres que experimentaron la menopausia a la edad de 50 a 51. Además, el 45 % con menopausia prematura desarrollaron multimorbilidad en los 60 en comparación con el 40 % que experimentó la menopausia a la edad de 50-51».
La profesora Gita Mishra, directora del centro y autora principal del artículo, dijo en relación a los descubrimientos: «Nuestros hallazgos indican que la multimorbilidad es común en mujeres de mediana edad y en edad avanzada. La menopausia prematura se asocia con un mayor riesgo de desarrollar esto. Otros posibles factores que podrían afectar los resultados son si las mujeres tuvieron o no hijos, cuántos, educación, índice de masa corporal, tabaquismo y actividad física».
Posibles explicaciones
Existen varias explicaciones posibles para las asociaciones entre la menopausia prematura y el desarrollo de multimorbilidad, como son los factores de riesgo del comportamiento reproductivo, socioeconómico y genético, que pueden desencadenar el inicio temprano de la menopausia y la aparición de condiciones crónicas.
Se sabe que algunas afecciones de curso crónico, como los cuadros depresivos, o patologías previas, como la resistencia a la insulina e hipercolesterolemia, se asocian positivamente al inicio de la menopausia en mujeres premenopáusicas, lo que conduce a la aparición de otras afecciones crónicas relacionadas.
La predisposición genética para la menopausia prematura puede desempeñar un papel importante, según un estudio reciente, en el cual se han visto ciertas variantes genéticas asociadas con un mayor riesgo cardiovascular.
Finalmente, la carencia prematura de estrógenos, ya sea de forma natural o inducida por la cirugía, altera varios procesos fundamentales que inciden en el envejecimiento celular, orgánico y sistémico, lo que finalmente conduce a la aparición de patologías crónicas y multimorbilidad.
Importancia del estudio
El equipo cree que este es el primer estudio que evalúa el vínculo entre la menopausia prematura y el desarrollo de multimorbilidad en una gran población de mujeres.
Como indicó Mishra: «Nuestros hallazgos sugieren que los profesionales de la salud deberían considerar proporcionar una evaluación exhaustiva de los factores al tratar a las mujeres que experimentan la menopausia prematura natural para evaluar su riesgo de multimorbilidad». Y agrega: «Nuestros descubrimientos también destacan que la multimorbilidad debe considerarse como una prioridad clínica y de salud pública cuando los responsables de la formulación de políticas están viendo cómo controlar y cómo prevenir los problemas de salud crónicos en las mujeres».
Aclaran que este estudio no es causal, es decir, no muestra que la menopausia prematura ocasione el desarrollo de multimorbilidad, solo que existe una asociación entre ambas variables.
Los investigadores se están enfocando en investigar qué factores de riesgo podrían puntualizarse para prevenir o para retrasar el desarrollo de problemas de salud en mujeres que experimentan menopausia prematura.
Estos factores incluyen la adopción de estilos de vida saludable, como mejorar la dieta y el ejercicio, no fumar, mantener un peso corporal adecuado, participar en actividades estimulantes desde el punto de vista intelectual.
Además, es necesario realizar pruebas diagnósticas periódicas para detectar patologías en sus fases incipientes, como cáncer y otros problemas médicos relacionados con el sistema reproductivo femenino.