Cada año 30 millones de recién nacidos necesitan cuidados especiales y recursos extras: OMS
La mortalidad infantil forma parte de uno de los indicadores de desarrollo más importante para cualquier país, pues ofrece información sobre la calidad del sistema sanitario y guarda relación directa con el cuidado durante el transcurso del embarazo, el parto y el puerpério.
En cuanto al grupo de los recién nacidos, la gran mayoría de las muertes ocurren en países de ingresos medios y bajos, como de África, Asia y América Latina, relacionadas con un sistema sanitario precario, que se traduce en un déficit en los cuidados médicos básicos.
El bajo peso al nacer (BPN) corresponde al índice de valor predictivo más importante de mortalidad infantil y constituye una causal que se asocia a un número importante de las muertes neonatales que se dan en países latinoamericanos.
De los neonatos con bajo peso que sobreviven, un porcentaje significativo presenta trastornos neurológicos o tiene algún grado de déficit intelectual, hechos que repercuten seriamente en su calidad de vida y adaptación a la vida en sociedad.
En México se estima que más de 2 millones de recién nacidos mueren durante el primer mes de vida, lo que representa un 64% del total de muertes en este grupo etario.
Según el Instituto Nacional de Perinatología (Inper) –que atiende embarazos de alto riesgo- las principales causas de muerte neonatal guardan relación con malformaciones congénitas, siendo las cardiopatías y las afecciones neurológicas las más frecuentes, seguidas por gastrosquisis y onfalocele.
Informe OMS-UNICEF
Según un reciente informe elaborado por la UNICEF y la OMS, casi 30 millones de bebés presentan algún factor de riesgo o patología al nacer: son prematuros, presentan BPN o padecen de alguna patología que requiere de una atención especializada para poder sobrevivir.
Dentro de los hallazgos del informe -bajo el título de Sobrevive y prospera: Transformando la atención de todos los recién nacidos pequeños y enfermos– se encontró que entre los recién nacidos que presentaban mayor riesgo de muerte y discapacidad hay aquellos con complicaciones de prematuridad, lesión cerebral durante el parto, infección bacteriana grave o ictericia, y aquellos con enfermedades o trastornos congénitos. Sin tratamiento especializado, un gran número de neonatos en situación de riesgo no sobreviven su primer mes de vida.
En el 2017, fallecieron unos 2,5 millones de recién nacidos, la gran mayoría- debido a causas prevenibles– siendo casi dos tercios de ellos prematuros.
Proyección al 2030
El informe proyecta que para el 2030, en 81 países, las vidas de 2,9 millones de mujeres, mortinatos y recién nacidos se puedan salvar con el empleo de estrategias sanitarias simples pero inteligentes, que velen por la salud y el bienestar del bebé y la madre durante todas las etapas, desde el embarazo hasta los controles sanitarios del bebé.
Se calcula que casi el 68% de las muertes de los neonatos se podría evitar con la implementación de la lactancia materna exclusiva y el contacto piel a piel entre alguno de los progenitores y el bebé. En cuanto a la parte material, es fundamental contar con insumos médicos y equipamiento básico, así como disponer de acceso a instalaciones sanitarias debidamente higienizadas y bien equipadas, que cuenten con personal de salud debidamente calificado.
Otras acciones salvadoras que se deben incorporar a la práctica cotidiana, incluyen aspectos básicos como resucitar a un bebé con dificultad respiratoria; administrar una inyección a la madre para prevenir el sangrado, o retrasar el corte del cordón umbilical.
Según informa este documento, el mundo no podrá alcanzar el objetivo global de lograr “salud para todos” sino mejora sustancialmente la atención para cada recién nacido, es más, sin un progreso rápido, algunos países estarán lejos de estos objetivos durante otras 11 décadas.
Reflexiones y recomendaciones del informe
La Dra. Soumya Swaminathan, Directora General Adjunta de Programas de la OMS: «Para todas las madres y bebés, un comienzo saludable desde el embarazo hasta el parto y los primeros meses después del nacimiento es esencial«, “La cobertura de salud universal puede garantizar que todos, incluidos los recién nacidos, tengan acceso a los servicios de salud que necesitan, sin enfrentar dificultades financieras. El progreso en la atención de salud del recién nacido es una situación en la que todos ganan: salva vidas y es fundamental para el desarrollo infantil temprano, lo que repercute en las familias, la sociedad y las generaciones futuras«.
Como indicó Omar Abdi, Director Ejecutivo Adjunto de UNICEF: «Cuando se trata de bebés y sus madres, la atención adecuada, en el momento adecuado y en el lugar correcto pueden marcar la diferencia«, «Sin embargo, millones de bebés y mujeres pequeños y enfermos mueren cada año porque simplemente no reciben la atención de calidad que es su derecho y nuestra responsabilidad colectiva«.
Para salvar a los recién nacidos, el informe recomienda:
- Dar atención a los pacientes neonatos permanente: las 24 horas del día, durante los siete días de la semana.
- Capacitar enfermeras, en miras de enseñar e involucrar la participación de la familia en el cuidado adecuado del neonato.
- Enseñar a los padres a convertirse en cuidadores expertos para reducir el estrés y facilitar a los bebés la ganancia de peso y su desarrollo cerebral.
- El brindar una buena calidad de atención sanitaria debe formar parte prioritaria de las políticas del país, otorgando una atención e inversión asegurada en el tiempo, para aquellos neonatos que presentaron alguna patología y requieren atención de por vida.
- Llevar un registro y seguimiento de cada recién nacido que ha presentado alguna dificultado enfermedad, de modo de asegurar su tratamiento adecuado y oportuno.
- Asignar recursos necesarios en políticas sanitarias, pues se calcula que con un incremento en la inversión de US $ 0,20 centavos por persona, se pueden salvar 2 de cada 3 recién nacidos para el 2030, en aquellos países de ingresos bajos y medios.
Este 13 de diciembre, las conclusiones más relevantes de este informe se darán a conocer en el Foro de Socios de la Asociación para la Salud Materna, del Recién Nacido y del Niño (PMNCH) en Nueva Delhi, donde 130 países decidirán cuáles son las mejores políticas a adoptar o fortalecer para mejorar la salud y evitar las muertes en los recién nacidos, pues ya es hora de que los gobiernos de todo el mundo se aseguren de contar con los recursos y voluntades a nivel legislativo, médico, humano y recursos financieros que hagan posible este necesario cambio.