Plantas atacan enfermedad de Lyme mejor que antibióticos
Los extractos de un arbusto africano y de una planta asiática pueden combatir la enfermedad de Lyme, de acuerdo con una investigación publicada en la revista Frontiers in Medicine. De entre 14 plantas estudiadas, la quinina de Ghana y el knotweed japonés fueron las de mayor contundencia para erradicar la bacteria Borrelia burgdorferi que provoca este padecimiento.
¿Qué es la enfermedad de Lyme?
La enfermedad de Lyme es transmitida por picadura de garrapata de patas negras que transporta la bacteria Borrelia burgdorferi (B. Burgdorferi). Los profesionales de la salud eligen entre tres antibióticos para tratarla: doxiciclina, cefuroxima y amoxicilina. Sin embargo, en ocasiones no son tan efectivos para erradicar todos los rastros de la bacteria en el sistema, lo que significa que la enfermedad puede persistir. Cuando esto sucede, las células bacterianas que han desarrollado resistencia a los antibióticos pueden continuar proliferando.
La resistencia bacteriana provocó que los investigadores exploraran alternativas para combatir la bacteria con remedios naturales. La investigación que ahora presenta hallazgos contundentes tiene un precedente en 2018, con un estudio in vitro (en células de cultivo) que sugirió que 10 aceites esenciales derivados de plantas podrían ayudar a combatir al B. burgdorferi.
Es por ello que científicos de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins en Baltimore y del Centro de Medicina Funcional y Salud Focal de California, en Berkeley, analizaron el potencial de 14 extractos de plantas diferentes y compararon su acción en relación con la doxiciclina y la cefuroxima.
Las pruebas in vitro sugirieron que los extractos de siete plantas diferentes eran más efectivos que los antibióticos: nogal negro (Juglans nigra), uña de gato (Uncaria tomentosa), ajenjo dulce (Artemisia annua), jara mediterránea (Cistus incanus), casquete chino (Scutellaria baicalensis), quinina ghanés (Cryptolepis sanguinolenta) y zarza japonesa (Polygonum cuspidatum). Los dos últimos presentaron la mayor actividad antibacteriana dirigida contra el B. burgdorferi.
La quinina de Ghana es un arbusto del África occidental, cuyo ingrediente activo es el alcaloide criptolepina que las personas han usado tradicionalmente contra la malaria, la hepatitis, la septicemia y la tuberculosis.
En tanto que el knotweed japonés es una medicina tradicional en India y en China que contiene el antioxidante resveratrol, vinculado con propiedades anticancerígenas, y que puede proteger la salud del corazón y del cerebro.
Los extractos de ambas plantas impidieron la proliferación de bacterias que nadaban libremente, incluso cuando estaban presentes en bajas concentraciones (de 0.03-0.5 %), además de matar microcolonias enteras de la bacteria. De hecho, un tratamiento de 7 días con 1 % de extracto de quinina ghanés fue capaz de erradicar la bacteria en el laboratorio, sin que esta volviera a presentarse.
«Este estudio proporciona la primera evidencia convincente de que algunas de las hierbas —como Cryptolepis, nogal negro, ajenjo dulce, uña de gato y knotweed japonés— tienen una potente actividad contra las bacterias de la enfermedad de Lyme, especialmente las formas persistentes latentes, que no mueren con el uso de los antibióticos actuales», ha explicado Ying Zhang de la escuela de salud pública Johns Hopkins Bloomberg y uno de los autores de la investigación.
Los pacientes de Lyme en etapa tardía pueden experimentar muchos síntomas diferentes, como fatiga, dolores en las articulaciones, problemas de memoria, parálisis facial, dolores, rigidez en el cuello, palpitaciones del corazón y dolores de cabeza severos.
De acuerdo con los autores del estudio, estos hallazgos ofrecen oportunidades para mejorar el tratamiento de la enfermedad de Lyme persistente, por lo que se abre una nueva línea de investigación para evaluar estos medicamentos herbolarios en animales y en ensayos clínicos con pacientes.
Con información de Medical News Today