Descubren que el consumo de alcohol en los adolescentes no depende de los hábitos del los padres
Beber alcohol durante la adolescencia es motivo de preocupación, no sólo a causa que es una etapa en la cual se puede generar mayor adicción al alcohol, sino también, por los daños a nivel neuronal, en una etapa de pleno desarrollo cerebral.
El consumo de alcohol se ha transformado en el principal factor de riesgo de discapacidad y muerte en personas de entre 15 a 24 años a nivel mundial. Según datos entregados por la OPS, el consumo de alcohol en América Latina aumentó: los hombres consumen 1,6 veces más que hace 5 años y las mujeres lo incrementaron en 2,8 veces.
En México, actualmente el alcoholismo es el problema más importante de adicciones, ya que según datos entregados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), casi el 25% de los jóvenes de 12 a 24 años ingiere alcohol con su grupo de amigos.
No existe evidencia para apoyar la práctica, no poco difundida, de que los padres les den bebidas alcohólicas a sus hijos en la etapa de la adolescencia temprana, a modo de protección de los riesgos asociados con el alcohol, según un estudio prospectivo de cohorte en Australia publicado en la revista The Lancet Public Health .
El estudio
El estudio reclutó a 1,927 adolescentes de entre 12 y 18 años de edad y sus padres, con un seguimiento de seis años, entre 2010 y 2011. Los jóvenes pertenecían a las escuelas secundarias de Perth, Sydney y Hobart.
Los adolescentes y sus padres completaron cuestionarios por separado durante los años que duró el estudio, para recabar datos sobre cómo los adolescentes accedieron al alcohol (de los padres, otras fuentes no parentales, o ambos); niveles de consumo excesivo de alcohol (definidos como beber más de cuatro bebidas en una sola ocasión en el último año); experiencia de problemas de salud relacionados con el alcohol y síntomas relacionados con el abuso del alcohol.
Durante los últimos dos años del estudio, se incluyeron preguntas destinadas a los adolescentes sobre los síntomas de la dependencia del alcohol y el trastorno por su consumo, que podría servir como predictor de abuso de alcohol en el futuro.
Al comienzo del estudio, la edad promedio de los adolescentes era 12,9 años y al final del estudio era de 17,8 años.
Los hallazgos
Acceso y continuidad en el consumo de alcohol
Hay que destacar que los adolescentes que recibieron alcohol por parte exclusiva de sus padres durante un año, tenían el doble de probabilidades de consumir alcohol procedente de otras fuentes en el transcurso del año siguiente.
La proporción de adolescentes que ingirió bebidas alcohólicas obtenidas a partir de sus padres se incrementó a medida que los adolescentes crecieron: del 15% al inicio, al 57% al término del estudio; por el contrario, la proporción que no accedió a dichas bebidas etílicas se redujo desde un 81% de adolescentes al 21%.
Por lo tanto, los autores sugieren que cuando las bebidas alcohólicas son aportadas por los padres, no aminora el riesgo de abuso de alcohol por parte de los hijos, en comparación al ser suministrado por otras personas. Además, este suministro paterno no parece servir a los adolescentes para ingerir alcohol de forma controlada y responsable.
Alcohol, daños y síntomas de abuso
Se observaron resultados similares para los daños relacionados con el alcohol y síntomas de posible abuso de alcohol en el futuro, dependencia y trastornos por su consumo: el grupo de adolescentes que recibieron alcohol de sus padres y de otras fuentes corría el mayor riesgo de experimentar resultados adversos, posiblemente como resultado de su mayor exposición a dichas bebidas.
Como explica uno de los autores del estudio, el profesor Mattick: «Si bien los gobiernos se centran en la prevención a través de la educación escolar y el cumplimiento de la legislación sobre la edad legal para comprar y beber alcohol, los padres pasan desapercibidos. Los padres, legisladores y médicos deben ser conscientes de que la provisión paterna de alcohol está asociada con el riesgo, no con la protección, de reducir el alcance del suministro parental en los países de altos ingresos, y en los países de ingresos bajos y medios que cada vez son más abrazar el consumo de alcohol».
Limitaciones del estudio
Los autores señalan algunas limitaciones del estudio, como el hecho de que los adolescentes de entornos de bajo nivel socioeconómico-para quienes los problemas relacionados con el alcohol son más comunes- estaban subrepresentados en el estudio.
Además, la medida de embriaguez, que había sido definida como la ingesta de más de cuatro bebidas alcohólicas en una sola ocasión durante el último año, fue conservadora, lo que puede afectar las asociaciones realizadas.
Hay que considerar además, que es posible que los resultados obtenidos no sean aplicables a otros países, en particular cuando el consumo de alcohol es inferior al de Australia, ya que esta investigación no considera la cantidad de alcohol suministrada por los padres o el contexto en el que se consume.
Un comentario del profesor Stuart Kinner, del Instituto de Investigación Infantil Murdoch, Australia, dice: «Una fortaleza importante del estudio es el ajuste cuidadoso para posibles factores de confusión. Sin embargo, es difícil excluir la posibilidad de que algunos padres proporcionen alcohol a sus hijos en respuesta a otros factores de riesgo no medidos, como la expectativa de alcohol … Se requiere más investigación para comprender mejor por qué algunos padres eligen suministrar alcohol a sus hijos … los hallazgos de Mattick y sus colegas sugieren enfáticamente que el suministro de alcohol por parte de los padres a los adolescentes no protege contra futuros daños relacionados con el alcohol, y de hecho puede aumentar el riesgo. Sin embargo, antes de sacar conclusiones firmes, será importante replicar este hallazgo en muestras más grandes, que permitan una mejor caracterización de exposiciones y resultados, y en muestras con una representación proporcional al menos de familias socioeconómicamente desfavorecidas. En vista del papel sustancial del alcohol en la carga de la enfermedad para los adolescentes, la prevención basada en la evidencia del daño relacionado con el alcohol en todo el gradiente social es crucial«.