El cerebro produce cannabinoide que alivia el estrés
Un cannabinoide natural producido por el cerebro humano podría ayudarnos a combatir el estrés y a superar experiencias traumáticas. El sorprendente hallazgo fue publicado por la revista científica Nature Chemical Biology.
El objetivo del estudio, realizado por científicos de la universidad de Leiden, en Holanda, fue explorar las propiedades terapéuticas de la anandamida, un cannabinoide generado de manera natural por nuestro propio cuerpo.
¿Qué son los endocannabinoides?
La planta Cannabis sativa, comúnmente conocida como marihuana, contiene más de 80 compuestos químicos conocidos como cannabinoides. Uno de ellos es el tetrahidrocannabinol (THC), el principal constituyente psicoactivo del cannabis, es decir, el ingrediente que altera la percepción y modifica el estado de ánimo. Otro es el cannabidiol (CBD), una sustancia con propiedades analgésicas que también se obtiene del cáñamo.
El cerebro también produce sus propios cannabinoides, denominados endocannabinoides. Estos químicos, ácidos grasos polinsaturados de cadena larga, interactúan con los receptores en el sistema nervioso y en el periférico.
Los endocannabinoides juegan un papel importante en muchas funciones neuronales, entre ellas, el aprendizaje y la memoria, la emoción, el comportamiento adictivo, la alimentación y el metabolismo, el dolor y la neuroprotección. También inciden en la modulación de diversos procesos cardiovasculares e inmunológicos.
La investigación se enfocó en las propiedades de un endocannabinoide en particular, llamado anandamida. Descubierto por científicos en 1922, su nombre se deriva del vocablo sánscrito “ananda” o beatitud, ya que produce felicidad.
¿Cómo funciona la “molécula de la felicidad”?
Los investigadores decidieron inhibir la proteína NAPE-PLD que produce la anandamida en el cerebro con el objetivo de reducir los niveles de esta sustancia. Esto los ayudaría a entender más claramente cómo actúa y qué función cumple.
Con la ayuda de brazos robóticos diseñados para la industria automotriz, probaron 350 000 sustancias diferentes en tres días hasta encontrar una molécula inhibidora.
Una vez que hallaron el inhibidor, se dieron a la tarea de optimizar la molécula, un proceso que duró dos años. Durante este período, experimentaron con unas 100 versiones diferentes de la sustancia, proceso que resultó en la creación del compuesto LEI-40.
Finalmente, con la colaboración de la farmacéutica Roche, comprobaron que el compuesto podía traspasar la barrera hematoencefálica, es decir, que era capaz de pasar de la sangre al cerebro. Tras obtener un resultado positivo, comenzaron las pruebas que determinarían el impacto del compuesto en el cerebro.
Reduce el estrés en el cerebro del ratón
En colaboración con el Instituto Nacional de Salud (NIH) holandés, los investigadores realizaron una serie de experimentos con ratones. A los roedores se les aplicó un choque en la pata, asociado a un sonido, para generar un recuerdo traumático.
Después de un tiempo, dejaron de someter a los ratones a los choques, pero siguieron exponiéndolos al sonido. Mientras que los ratones sanos borraban el recuerdo del choque traumático con el paso del tiempo, los ratones que recibieron el inhibidor LEI-401, cuyos niveles de anandamida eran menores, conservaron el recuerdo del suceso traumático y mostraron miedo cuando escucharon el sonido.
Además, su nivel de estrés (medido mediante una mayor producción de corticosteroides) se elevó y se activó el eje hipotalámico-pituitario-adrenal que responde al estrés agudo.
«Con base en estos hallazgos, podemos inferir que la anandamida reduce la ansiedad y el estrés», afirma el profesor de Fisiología Molecular Mario van del Stelt, autor principal del estudio.
¿Un nuevo tratamiento para la ansiedad?
Aunque todavía es necesario realizar más estudios sobre el tema, estos hallazgos apuntan a la anandamida como posible tratamiento para el estrés y la ansiedad.
Los trastornos de ansiedad son problemas de salud mental que se relacionan con experimentar un exceso de ansiedad, miedo, nerviosismo, preocupación o terror. Incluyen el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad generalizada, la agoraphobia, las fobias específicas, el trastorno de ansiedad social, el trastorno de estrés postraumático (TEPT), el trastorno obsesivo compulsivo y el trastorno de ansiedad por separación.
Según el Foro Económico Mundial, unas 275 millones de personas sufren trastornos de ansiedad, un 4 % de la población mundial. Las cifras por país oscilan entre el 2.5 % y el 6.5 % de la población, y un 62 % de quienes sufren de estos trastornos son mujeres.
Los nuevos hallazgos sobre las propiedades terapéuticas de los endocannabinoides podrían paliar el sufrimiento de millones de personas en todo el mundo, cuya calidad de vida se ve deteriorada debido a estos trastornos.
«Como hemos demostrado que la anandamida nos hace olvidar las ansiedades, las farmacéuticas pueden enfocarse en un nuevo objetivo. Ahora existen dos opciones: buscar moléculas que estimulen la producción de anandamida o buscar moléculas que reduzcan su degradación», afirma Van der Stelt.