Los piojos se han vuelto resistentes a los medicamentos a base de pesticidas

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Las infestaciones de piojos en las cabezas de los niños son cada vez más comunes, lo que lleva al uso excesivo de tratamiento a base de permetrinas o piretrinas para combatirlos. Esto a su vez ha creado una resistencia de los insectos a estas sustancias, por lo que cada vez es más difícil combatirlos.

Claudia Constantino, pediatra y miembro de la Asociación Mexicana de Pediatría, explicó que en los últimos años se han realizado diversos estudios sobre la resistencia de los piojos a estos pesticidas.

De hecho, señaló que un último estudio de la Universidad Nacional Autónoma de Nuevo León (UANL) ya demostró que los insectos cada vez son más difíciles de combatir con los medicamentos que ya existen en el mercado y que están fabricados con cualquiera de las sustancias.

Carlos García Gutiérrez, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), señaló también que ya se ha demostrado que existen 104 mutaciones genéticas en los piojos que les han permitido crear resistencia a los tratamientos y a los remedios caseros.

Esto no es exclusivo de México. En todo el mundo se ha demostrado que estas sustancias ya no son efectivas.

En el Hospital San Pedro de Alcántara, en España, utilizan el ejemplo de una niña de tres años y su familia que mostraron una gran resistencia a los productos con permetrina. Tanto los niños como los adultos los utilizaron como tratamiento preventivo, ya que en la guardería de la menor había niños infectados con piojos.

Sin embargo, la prevención no funcionó. Tres semanas después de que dieron por terminado el contagio, la niña y la familia presentaron liendres y piojos adultos, por lo que volvieron a usar el champú con permetrina durante dos semanas, pero nada de eso funcionó.

Fue hasta que los médicos recetaron fenotrín y butóxido de pepironilo que los insectos desaparecieron completamente de sus cabezas y se les pudo dar de alta.

Los fallos en el tratamiento eran considerados habitualmente como aplicaciones incorrectas, pero desde hace unos años se describen resistencias a los fármacos, especialmente a los piretroides en distintos países”, dice un documento firmado por Jesús Vuñuelas, investigador en el área de microbiología del hospital.

En Argentina tienen el mismo problema. Ariel Toloza,  doctor en Ciencias Biológicas de la Universidad de Buenos Aires, explicó que los piojos han alcanzado un grado de resistencia 10, es decir, que ahora se debe usar 10 veces más cantidad del producto que lo que señala el empaque para lograr el efecto deseado, que es la eliminación de los insectos.

Los piojos son un problema a nivel mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 20% de los niños en edad escolar se contagian de estos insectos. En México la prevalencia es de tres de cada 10 niños que acuden a la escuela.

Estos animales se contagian de cabeza a cabeza, ya sea por compartir productos de aseo personal —como cepillos—, además de sombreros o gorros, y hasta por juntar cabezas cuando se toma una selfie.

Los síntomas son cosquilleo en la cabeza porque los piojos habitan en el cuero cabelludo, así como picor ocasionado por las mordidas de los insectos al cabello para extraer la sangre, irritabilidad y problemas para dormir.

En casos más extremos, los niños pueden presentar anemia por la extracción de hasta un mililitro de sangre que puede extraer cada piojo, lo que debilita al menor y provoca este mal, dijo Constantino.

Los contagios se presentan en menores de todos los estratos sociales. Anteriormente se creía que los piojos solo daban a los niños de nivel socioeconómico bajo y se debía a la falta de limpieza.

Sin embargo, ahora se ha descubierto que los piojos prefieren las cabezas limpias para incubar sus huevecillos, ya que el sebo de un cabello que no se lava frecuentemente dificulta su propagación.

Ante los problemas que se tienen para combatir esta plaga, los laboratorios están buscando nuevas sustancias que no creen resistencias y sean efectivas con una dosis menor: la dimeticona.

Ésta es una sustancia química que se encarga de encapsular el piojo y asfixiarlo, además de provocar que los intestinos exploten y el insecto muera inmediatamente, explicó la química Alejandra Castillo, quien trabaja en el laboratorio de la farmacéutica mexicana MDR Pharma y con la que desarrolló una nueva fórmula a base de dimeticona para combatir los piojos.