El análisis anual tendría la misma efectividad que una colonoscopia
El cáncer colorrectal es uno de los más comunes, además es el tercer tipo de cáncer que más muertes causa. Por si fuera poco, el crecimiento del tumor en sus primeras etapas puede pasar de largo con facilidad. Ya que usualmente no muestra síntomas. Además, el tumor normalmente se encuentra escondido. Para hallar los pólipos (Tejido adicional creciendo dentro del cuerpo) que podrían convertirse en cáncer colorrectal, los médicos usualmente recurren a la colonoscopia.
A pesar de que se trata de una herramienta efectiva, también resulta molesta para el paciente y requiere cierto tiempo para efectuarse. Por ello, el trabajo de investigación del doctor Thomas Imperiale, del Instituto Regenstrief supone un alivio para muchos. Ya que demuestra la efectividad de técnicas más sencillas y rápidas que la colonoscopia.
¿Qué es una colonoscopia y cuándo se hace?
La colonoscopia es una técnica que permite observar el recto y el intestino grueso. Para ello se emplea un aparato llamado colonoscopio, que es un tubo flexible, el cual tiene una cámara y linterna en el extremo. La colonoscopia requiere preparación previa, en la que el paciente debe tener una dieta blanda y usar laxantes una noche antes. La prueba requiere anestesiar al paciente, por lo que no es posible retomar inmediatamente las actividades.
Si bien la colonoscopia es bastante útil en la detección de anomalías en el intestino grueso. También se trata de un procedimiento invasivo.
La técnica se realiza normalmente para diagnosticar algún malestar que tenga los siguientes síntomas:
- Cambio en hábitos intestinales (diarrea, estreñimiento) que duran más de cuatro semanas.
- Adelgazamiento inexplicable.
- Sangrado rectal o sangre en heces.
- Malestar y dolor abdominal persistente.
Además, la colonoscopia es utilizada para tomar muestras de pólipos, en caso de que se sospeche de cáncer colorrectal. La prueba es recomendable para mayores de 45 años, a fin de detectar posibles tumores a tiempo.
Alternativas eficientes
Las pruebas fecales son muy fáciles de realizar. Basta con que el paciente tome la muestra y la entregue al laboratorio. Lo que supone poco tiempo y menor costo para el paciente. Tomando el hecho en cuenta, el Doctor Thomas Imperiale, trabajó en validar las pruebas inmunoquímicas fecales (FIT por sus siglas en inglés). La prueba FIT permite comprobar la presencia de sangre en las heces de los pacientes.
Para ello, el estudio tomó a 120 mil participantes en 31 estudios. Los participantes habían tenido análisis fecales y colonoscopias. La investigación encontró que la prueba FIT anual puede suplir algunas colonoscopias.
Ya que en el caso de arrojar negativo, la colonoscopia se desecha. Por la razón de que ese resultado indica que no hay lesiones en el intestino grueso. Sin embargo, de dar un resultado positivo, se recomienda realizar una colonoscopia. Ahora, con la ventaja de tener mayor certeza sobre la presencia de una anomalía.
De esa forma, los estudios resultan más económicos y prácticos para el paciente. Además de que se evita usar técnicas invasivas cuando no hay necesidad de las mimas.
Artículo original alojado en Annals of Internal Medicine (AIM). Con información de News, del National Cancer Institute y del National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIDDK).