Alga espirulina: tratamiento no farmacológico contra la hipertensión arterial
La Spirulina platensis, llamada comúnmente espirulina, es una cianobacteria muy primitiva que habita nuestro planeta Tierra desde hace unos cuantos millones de año y es considerada un súper alimento del futuro- dada su variedad y riqueza de nutrientes-
ya que cuenta con aminoácidos y ácidos grasos esenciales, además de incluir vitaminas del complejo B y antioxidantes como selenio, clorofila, retinoides, tocoferoles y ficocianina.
Además, esta llamada antiguamente «alga azul verdosa» se ha difundido y utilizado generosamente debido a sus efectos beneficiosos ampliamente demostrados, como son: propiedades antivíricas, antibacterianas, inmunomoduladoras, antioxidantes, anticancerígenas, hipolipemiantes y protectoras a nivel renal y hepático, además de sus usos potenciales como hipotensora, útil en la prevención y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares (ECV).
Sin embargo, pese a sus importantes propiedades nutracéuticas y la presencia de gran cantidad de compuestos bioactivos que posee la espirulina, los mecanismos moleculares a través de los cuales ejerce su acción en el organismo, son aún desconocidos.
Espirulina como hipotensor
Si bien se conoce desde hace alguno años las propiedades antihipertensivas del empleo de suplementos dietarios de espirulina, un reciente estudio publicado en la revista Hypertension, ayudó a dilucidar un mecanismo a través del cual ejerce su acción hipotensora.
Esta investigación fue realizada por el Laboratorio de Fisiopatología Vascular del Instituto de Investigación, Hospitalización y Atención Sanitaria (IRCCS) de Neuromed en Pozzilli (Italia), en colaboración con la Universidad de Salerno, la Universidad Sapienza de Roma y la Universidad Federico II de Nápoles, en la que se muestra que uno de los extractos de la espirulina puede contrarrestar la hipertensión arterial al dilatar los vasos sanguíneos.
Los investigadores lograron aislar un péptido (una molécula compuesta de aminoácidos, más pequeña que las proteínas) a partir de esta cianobacteria, capaz de dilatar las arterias, que se traduce en su acción antihipertensiva.
Este ensayo fue efectuado en arterias aisladas y en modelos animales, después que la matriz de S. platensis fue procesada in vitro mediante digestión enzimática, obteniendo cinco fracciones peptídicas identificados de la A hasta la letra E, como explica Albino Carrizzo, primer autor del artículo: «Nuestra investigación, comenzó con una digestión gastrointestinal simulada en el extracto crudo de espirulina. En otras palabras, reproducimos lo que sucede en el intestino humano después de ingerir la sustancia. De esta manera hemos podido para aislar los péptidos que serían absorbidos por nuestro cuerpo«.
De estas fracciones, solo la E causó una vasodilatación, mediada por óxido nítrico endotelial (ON) de los vasos sanguíneos en ratones.
El análisis de estos compuestos reveló en E la presencia de 4 péptidos principales (SP3, Sp4, SP5 y SP6), de los cuales solo SP6- que fue identificado por primera vez en este estudio- ejerció una acción vasodilatadora directa dependiente del endotelio de los vasos sanguíneos ex vivo, mecanismo que finalmente converge en la liberación de óxido nítrico endotelial.
El SP6 fue administrado a vasos sanguíneos aislados en el laboratorio, donde mostró acción vasodilatadora, con un efecto potencialmente antihipertensivo, que llevó a los investigadores a probar el SP6 en modelos de animales hipertensos. Igualmente in vivo, la administración de SP6 evidenció un efecto hemodinámico significativo, al reducir la tensión arterial.
Cabe aclarar que si bien las dosis más bajas de SP6 no tuvieron efectos hemodinámicos, también incrementaron la vasorrelajación endotelial mediada por ON.
Hay que hacer énfasis en que desde hace algunos años se conoce que la deficiencia de óxido nítrico en el organismo, además de hipertensión arterial (HTA), que se relaciona con enfermedades cardiovasculares (ECV)- donde estudios recientes sugieren que la producción total de óxido nítrico a nivel corporal está disminuida en pacientes con hipertensión esencial- provoca otro tipo de lesiones y trastornos como, por ejemplo, úlceras gastrointestinales, disfunción eréctil y patologías renales.
Futuro uso en patologías hipertensivas
Basados en estos prometedores hallazgos, el nuevo péptido podría extender los posibles campos de aplicación de los péptidos derivados de espirulina en el desarrollo de en un enfoque no farmacológico para la contención de patologías asociadas con la desregulación vascular del ON.
Como explica Carmine Vecchione, de la Universidad de Salerno, quien además dirige el Laboratorio de Fisiopatología Vascular del Instituto Neuromed: «Sabemos, que los pacientes hipertensos suelen tener un defecto en los procesos naturales que, por la acción del óxido nítrico, regulan el endotelio (la pared interna de los vasos sanguíneos). El péptido que aislamos en el extracto de espirulina actúa positivamente sobre este mecanismo. Por supuesto, se necesitarán más investigaciones, pero creemos que el SP6 podría ser un adyuvante natural a las terapias farmacológicas comunes para mejorar la función endotelial y, en consecuencia, el combate contra la hipertensión«.