Cambio climático agrava los síntomas de las alergias
El cambio climático está alargando las estaciones del año y por lo tanto, las temporadas de alergia, que cada año son más numerosas, más intensas y duraderas. La razón: las plantas aumentan al cantidad de polen que producen por mucho más tiempo, debido a las altas concentraciones de bióxido de carbono en el ambiente.
Al no haber ya una temporada definida de polinización —que generalmente ocurre con la llegada de primavera—, el polen vuela en el ambiente muchos más meses de lo que antes ocurría, generando malestares en las personas alérgicas, señalan especialistas de todo el mundo.
En España, la Universidad de Granada ha estudiado los cambios estacionales en los últimos años y encontró que el fenómeno de polinización se adelanta cuando el calor empieza antes de tiempo y luego se calma cuando bajan las temperaturas en pleno verano. Sin embargo, las lluvias intensas siguen provocando malestares.
“El cambio climático se convierte en un aliado perverso de las alergias, de manera que hoy son más prevalentes, más complejas y más agresivas, convirtiéndose en un problema de salud pública que afecta hasta a 4 de cada 10 personas en el mundo”, explicó Víctor Mundo Cuervo, Gerente Médico de la División Consumer Health de Bayer de México y experto en medicamentos de venta sin receta.
De hecho, las tormentas juegan un papel muy importante, ya que hidratan a los granos de polen y permiten su fragmentación, ocasionando lo que se conoce como aerosoles biológicos atmosféricos que transportan alérgenos
Joann Blessing Moore, investigadora del Centro Médico de la Universidad de Stanford, quien calificó al cambio climático como “desafiante” con las alergias que padece la población.
“Se espera ver tormentas como tsunamis de pólenes que van a complicar el manejo de los pacientes con alergias y asmas”, dijo.
En México, 40% de la población padece algún tipo de alergia y se presenta, sobre todo, en los niños, que manifiestan estornudos, escurrimiento nasal, dificultad para respirar y ronchas, entre otros síntomas.
Sin embargo, con el cambio brusco de las estaciones y el alargamiento de las mismas, los pacientes sufren más los estragos de las alergias, que también se están haciendo más extremos y duraderos.
Por ello es que los pacientes deben tomar medidas de precaución, como mantener cerradas las ventanas; bañarse después de estar al aire libre para quitarse el polen de la piel y el cabello; hacer actividades al aire libre en las primeras horas del día; tomar los medicamentos de control y no dejar de aplicarse las vacunas, en caso de estar en tratamiento.
“De no controlarse la alergia, la persona sufrirá consecuencias importantes a nivel físico como rinitis, infecciones y asma, mientras que en el plano emocional y social, experimentará cansancio, frustración, ira y con frecuencia quedará aislado en su esfuerzo por evitar sitios donde pueda ‘toparse’ con los alérgenos que lo afectan”, subrayó Mundo Cuervo.
Los médicos recomiendan a aquellos que no están en tratamiento, acudir con su médico para que les receten algún medicamento, ya que su calidad de vida mejorará en cuanto reciban la atención médica adecuada y reducirá los síntomas agresivos que se presentan con el incremento del cambio climático.