Yaravirus intriga a sus descubridores
Nuestro planeta está lleno de microbios. Sin embargo, recientemente, en los arroyos pantanosos del lago Pampulha, una laguna artificial en la ciudad de Belo Horizonte, Brasil, descubrieron uno de los más misteriosos de todos: el Yaravirus.
Yaravirus brasiliensis es el nuevo virus que ha desconcertado a sus descubridores. El equipo de científicos brasileños y franceses lo bautizaron en honor a Yara, una diosa acuática de la mitología brasileña. Resulta que de sus 74 genes, 68 jamás habían sido vistos ni registrados por la ciencia. Solo seis de sus genes tienen algún “homólogo lejano” en virus gigantes.
Eso significa que los genes del Yaravirus siguen siendo peculiares por su tamaño, pues se trata de un virus diminuto de apenas 80 nanómetros de diámetro, cuando la generalidad de los virus de su tipo superan los 200 nanómetros.
¿Qué es el yaravirus?
La investigación publicada en el portal bioRxiv explica que se trata de un nuevo linaje de virus. La cantidad de proteínas desconocidas que lo componen refleja que aún hay mucho por descubrir en ese microscópico mundo, especialmente en lo que se refiere a los genomas virales. «El Yaravirus amplía nuestro conocimiento de la diversidad del ADN de los virus», dicen los autores.
Los virus se clasifican en función de la proteína que forma su caparazón o cápside; el del Yaravirus no se parece a ninguna proteína previamente conocida. Tampoco está claro cuándo y dónde se originó, o cómo evolucionó, pues aunque es de reciente descubrimiento, es posible que haya estado circulando en la Tierra durante siglos.
Jônatas Abrahão, profesor asociado en el departamento de Microbiología de la Universidad Federal de Minas Gerais en Brasil, explica que el Yaravirus no infecta las células humanas. Como parte del equipo de descubridores, Abrahão ha dicho que este estudio muestra que conocemos solo una fracción «muy pequeña» de estos microorganismos que son “extremadamente importantes” para reciclar nutrientes y controlar plagas.
El grupo espera analizar más a fondo las características del virus en un esfuerzo por comprender cómo interactúa con las amebas y con otros posibles huéspedes.
Con información de livescience.com