Vacuna contra el VIH: nuevo ensayo clínico en África evalúa su eficacia y seguridad

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Una cifra cercana a los 37 millones de personas en todo el mundo viven con VIH / SIDA, estimándose que cada año surge un total de 1,8 millones de casos nuevos.

En los 35 años de lo que lleva la epidemia de VIH en el mundo, solo cuatro intentos de vacunas contra este virus han sido probados en poblaciones humanas, y apenas uno ha sido capaz de evidenciar cierto grado de protección en un ensayo de eficacia: un régimen de vacuna con el vector viral canarypox l y la proteína superficial gp120, cuya eficacia fue probado en el ensayo RV144 en Tailandia, en el que participaron 16,000 voluntarios. Esta vacuna logró disminuir la tasa de infección humana en un 31%, en comparación a un placebo, pero se consideró insuficiente como para emplearla de forma rutinaria, pero marcó un importante antecedente para continuar experimentando con nuevas vacunas.

Por lo tanto, se necesita con urgencia una vacuna preventiva segura y efectiva para frenar la pandemia del VIH, cuya situación se ve empeora en aquellos países en desarrollo, en los cuales la detección y el acceso a la terapia antirretroviral (TARV) se ve a menudo dificultada.

Avanza el estudio

Una reciente y promisoria investigación, publicada en The Lancet muestra que un régimen de vacuna experimental contra el VIH-1 es bien tolerado y genera respuestas inmunes comparables y significativas contra el VIH en adultos sanos y monos rhesus. Además, este prototipo de vacuna sirvió como protección contra la infección con un virus similar al VIH en un grupo de monos.
Considerando los resultados positivos de este ensayo clínico de fase 1 / 2a- que involucró una muestra de 393 adultos sanos- se inició un ensayo de fase 2b en el sur de África para determinar la seguridad y eficacia de esta potencial vacuna contra el VIH-1 en una población de 2,600 mujeres que se encuentran en riesgo de contraer el VIH.

Metodología de trabajo y resultados

Las  vacunas “mosaico”- que fueron evaluados en este estudio- consisten en fragmentos de diferentes virus del VIH que son combinados para provocar respuestas inmunes contra una amplia variedad de cepas del VIH.
En palabras del profesor Dan Barouch, Director del Centro de Virología e Investigación de Vacunas en Beth Israel Deaconess Medical Center y Profesor de Medicina en la Escuela de Medicina de Harvard, quien dirigió el estudio: «Estos resultados representan un hito importante. Este estudio demuestra que el mosaico Ad26 prime, Ad26 más gp140 aumenta la respuesta inmune inducida por el VIH en humanos y monos con una magnitud, cinética, fenotipo y durabilidad similares y también proporcionó un 67% de protección contra el desafío viral en monos”, si bien agrega que «Estos resultados deben interpretarse con cautela». Los desafíos en el desarrollo de una vacuna contra el VIH no tienen precedentes, y la capacidad de inducir respuestas inmunes específicas del VIH no necesariamente indica que una vacuna protegerá a los humanos de la infección por el VIH. Esperamos ansiosamente los resultados de la prueba de eficacia de fase 2b llamada HVTN705, o ‘Imbokodo’, que determinará si esta vacuna protegerá o no a los humanos contra el contagio del VIH. »
Barouch y sus colegas evaluaron los principales vectores candidatos para vacunas de VIH-1, basados ​​en adenovirus mosaico serotipo 26 (Ad26) en estudios clínicos y preclínicos paralelos. El objetivo de esta evaluación era identificar el régimen óptimo de vacuna contra el VIH para avanzar en ensayos clínicos que muestren una eficacia significativa en los pacientes.
El ensayo de fase temprana APPROACH reclutó a 393 adultos sanos, de entre 18-50 años de edad, sin infección por  el VIH, provenientes de 12 clínicas en África oriental, Sudáfrica, Tailandia y E.E.U.U. Los sujetos fueron observados entre febrero de 2015 y octubre de 2015.

Los voluntarios fueron asignados de manera aleatoria para recibir una de los siete combinaciones de vacunas o un placebo de solución fisiológica, y se les administraron cuatro vacunas en un lapso de 48 semanas.
La vacuna que contenía los antígenos Env / Gag / Pol del «mosaico» del VIH se elaboró a partir de varias cepas de VIH, usando como vector un virus del resfriado común no replicativo (Ad26).
Al comienzo del estudio, como una forma de estimular una respuesta inmune inicial, cada voluntario recibió una inyección intramuscular de Ad26.Mos.HIV, cuya inoculación se repitió a las  12 semanas.

Como un forma de incrementar la respuesta inmune de los voluntarios, éstos recibieron vacunas adicionales en la semana 24 y 48, que empleaban varias combinaciones de Ad26.Mos.HIV o un componente diferente llamado Vaccinia Ankara modificada (MVA) con dosis de la proteína de la envoltura C gp140 del clado C, conteniendo un adyuvante de aluminio.

Los resultados evidenciaron que todos los regímenes de vacunas testeados tuvieron la capacidad de generar respuestas inmunes contra el VIH.

Se reportó una buena tolerancia, con números similares de reacciones locales y sistémicas reportadas en todos los grupos, la mayoría de los cuales fueron de intensidad leve a moderada. Cinco participantes informaron al menos una reacción adversa de grado 3 relacionado con la vacuna, consistente en dolor abdominal y diarrea, mareos posturales y dolor de espalda.

En un estudio paralelo, los investigadores evaluaron la capacidad inmunogénica y la eficacia protectora de los mismos regímenes de vacuna de mosaico basados en Ad26 en 72 monos rhesus, usando el virus de la inmunodeficiencia del simio-humano (VIHS), que es un virus similar al VIH, pero que infecta a los monos.
El prototipo de vacuna Ad26 / Ad26 más gp140 indujo la mayor respuesta inmune en humanos y también proporcionó la mejor protección en monos, lo que resultó en una inmunización completa contra la infección VIHS en dos tercios de los animales vacunados, después de seis exposiciones.

Este prometedor tipo de vacuna se está evaluando actualmente en un estudio de eficacia clínica de fase 2b en una zona del África subsahariana.

Limitaciones del estudio

Si bien los autores señalan varias limitaciones de la potencial vacuna, incluido el hecho de que la relevancia de la protección de la vacuna en monos rhesus para la eficacia clínica en humanos sigue sin estar clara.

También indican que no existe una medida inmunológica que sea capaz de  predecir la protección contra el VIH-1 en humanos.
En un comentario relacionado, el Dr. George Pavlakis y la Dra. Barbara Felber del National Cancer Institute at Frederik, Maryland, E.E.U.U. expresan que: «Los estudios de eficacia son necesarios para determinar la capacidad protectora en humanos y también para descubrir correlaciones de protección y determinar si los correlatos inmunes iguales o diferentes se aplican para diferentes regímenes de vacunas. Queda por determinar si se logrará una mejor eficacia sobre RV144 con cualquiera de los ensayos de eficacia presentes (NCT02968849; NCT03060629). Los nuevos conceptos y vectores de vacunas están en desarrollo y pueden progresar a ensayos de eficacia, que es un proceso importante ya que el desarrollo de una vacuna contra el SIDA sigue siendo urgente. A pesar de los avances sin precedentes en el tratamiento y la profilaxis del VIH, la cantidad de personas que viven con la infección por el VIH continúa aumentando en todo el mundo. Se espera que la implementación de incluso una vacuna contra el VIH moderadamente efectiva junto con las estrategias existentes de prevención y tratamiento del VIH contribuyan en gran medida a la evolución de la respuesta al VIH / SIDA. Por lo tanto, es esencial que el compromiso de seguir estrategias de desarrollo de vacunas múltiples continúe en todas las etapas”.


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