El secreto para bajar de peso: no es cuánto comes sino lo que comes
La habilidad para controlar tu peso no se encuentra en qué tanto comes, sino en lo que comes, asegura un estudio del Departamento de Ciencias de la Nutrición, de la Universidad Estatal de Pennsylvania.
Para llegar al fondo del debate sobre si lo que te hace bajar de peso está relacionado con el tamaño de las porciones de lo que comes, investigadores de esa universidad condujeron dos estudios sobre el manejo de porciones de comida.
En el primero de ellos, se hizo un seguimiento a un grupo de personas a las que se les enseñó a manejar, de distintas maneras, las porciones de comida que les sirven.
La finalidad era investigar el llamado “efecto porción”, que ocurre cuando a la gente le sirven porciones más grandes de lo que originalmente quería y como resultado terminan comiendo más.
Para profundizar en este tema, se realizó un nuevo estudio en el que los investigadores querían averiguar si la gente que ha recibido información respecto a cómo manejar sus porciones de comida responde de manera distinta a aquellos que no.
Para averiguarlo, separaron a los participantes en tres grupos: en el primero pusieron a las mujeres con sobrepeso que no habían participado en el estudio anterior; otro grupo de mujeres sanas sin sobrepeso y que tampoco habían participado en el estudio, y finalmente mujeres con sobrepeso y obesidad que sí habían participado en el ejercicio de control de porciones.
Durante el estudio, a todas las mujeres les sirvieron la misma comida una vez a la semana durante un mes, pero el tamaño de sus porciones se incrementaba de manera aleatoria. Adicionalmente, las calorías de la comida que les servían también variaban pues iban desde aquellas con un alto contenido calórico, como pan de ajo, hasta aquellas de bajas calorías, como ensaladas.
En todos los grupos, cuando se les daban porciones más grandes, las mujeres ingerían más comida. Sin embargo, aquellas que habían recibido información respecto al tamaño de las porciones en el estudio anterior, consumieron menos calorías.
“La ingesta más baja de calorías en participantes entrenados se atribuyó a que consumieron comidas con mayores porciones de alimentos con menos calorías, que aquellos que no estaban entrenados”, escribieron los autores del estudio.
Es decir, a todos los grupos les sirvieron la misma comida, pero sus eleccciones sobre de cuáles comer más fueron diferentes. Los que tenían entrenamiento, pues participaron en el estudio anterior, comieron más de los alimentos bajos en calorías y menos de los otros.
Faris Zuraikat, quien dirigió el nuevo estudio, afirma que este ejercicio demostró que la elección de comidas saludables y con menos calorías es más efectivo y sostenible que simplemente tratar de resistirse a porciones más grandes de comida con alto contenido calórico.
“Si escoges comidas altamente densas en calorías, pero restringes la cantidad de lo que estás comiendo, las porciones aún seguirán siendo demasiado pequeñas y es probable que te dará más hambre”, explicó Zurikat en un reporte de Medical News Today.
Una profesora de la misma universidad y coautora del estudio, Barbara Rolls, complementa diciendo que este trabajo demostró que comer menos comidas con muchas calorías y más cosas nutritivas pero con menos calorías puede ayudar a tratar con el hambre mientras se está a dieta.
“Todavía tienes un plato lleno, pero estás cambiando las porciones de diferentes tipos de comida”, señaló.