¿Posible rebrote de peste bubónica?
Ha surgido una alerta ante una peste proveniente de la ciudad de Bayannur, ubicada a unos 800 kilómetros al noroeste de Beijing, en la región autónoma de Mongolia Interior. El peligro potencial se relaciona con una patología infectocontagiosa remergente.
Peste remergente
La peste bubónica o peste negra es una enfermedad infectocontagiosa remergente. Su agente etiológico es la bacteria Yersinia pestis, transmitida por la pulga Xenopsylla cheopis, que se alimenta tanto de animales como de humanos.
En los vertebrados, su reservorio natural son los roedores silvestres. Esto incluye a los conejos y a las liebres, además de carnívoros silvestres y gatos domésticos, que pueden ser fuente de infección para los humanos.
La peste negra se contrae por la intromisión de las personas en el ciclo zoonótico o por la introducción de roedores silvestres o sus pulgas infectadas en el hábitat humano. También, a través de la manipulación de animales infectados o de sus tejidos.
La peste bubónica constituye una zoonosis muy virulenta y potencialmente letal, la que aún persiste en focos naturales que ocasiona brotes recurrentes en varios lugares del mundo.
Fue la causante de una devastadora pandemia que asoló a Europa en el siglo XIV. Este brote de peste se estima que diezmó a alrededor de un tercio de la población europea. Aproximadamente, hubo unos 25 millones de muertes solo en Europa, junto a muchas otras en Asia y en África.
La prevención de la enfermedad y las medidas de control van dirigidas tanto a la disminución como al control de roedores y de pulgas.
Cuadro clínico
La peste bubónica debe su nombre a los “bubones”, que son los ganglios linfáticos inflamados y dolorosos. Además, ocasiona fiebre, escalofríos y tos. Aunque los síntomas dependen de cómo un paciente tiene contacto con la bacteria. El cuadro clínico puede tomar, por lo general, tres formas: bubónica, septicémica y neumónica.
En la plaga septicémica, además, se presentan escalofríos, fiebre y gran debilidad, así como dolor abdominal, sangrado cutáneo y de otros órganos. La piel de los dedos de manos y de pies, y de la nariz puede necrosarse, adquiriendo un color negro.
Por último, a la plaga neumónica se suman problemas respiratorios. Esta es la forma más peligrosa de la enfermedad; mortal en un 90 % de los casos no tratados. También, es la que permite la transmisión de humano a humano, a través de las gotículas infectadas.
La peste bubónica es tratable con antibióticos si se detecta precozmente, pero, si no se trata, es mortal en hasta el 60 % de los casos.
Si bien esta enfermedad se ha erradicado de manera efectiva en gran parte del mundo gracias a la antibioticoterapia, aún persiste, por lo que se teme un posible rebrote de peste bubónica con sus fatales consecuencias.
China en el ojo del huracán
En China, el día sábado, un hospital alertó a las autoridades municipales del caso de un paciente con peste bubónica. Para el domingo, las autoridades locales habían tomado medidas, emitiendo una advertencia de Nivel 3 en toda la ciudad para la prevención de plagas (la segunda más baja en un sistema de cuatro niveles).
Las autoridades sanitarias advirtieron, además, sobre una posible ocurrencia de «epidemia de peste», después de que un pastor fue diagnosticado con esta enfermedad. Los funcionarios de salud de Bayannur dijeron que el paciente estaba en una condición estable y que respondía al tratamiento.
Una autoridad sanitaria local expresó: «En la actualidad, existe el riesgo de que se propague una epidemia de peste humana en esta ciudad». Por lo tanto, «el público debería mejorar su conciencia y su capacidad de autoprotección, e informar de inmediato sobre condiciones anormales de salud».
El caso Bayannur es el tercero conocido de la peste en Mongolia en las últimas semanas. El lunes, las autoridades levantaron las restricciones en la provincia de Khovd después de que una semana atrás se reportaran dos casos de peste bubónica relacionados con el consumo de carne de marmota.
Las autoridades también advirtieron a las personas en cuanto a actividades como la caza, la alimentación o el transporte de animales potencialmente infectados. Además, instó a denunciar a cualquier roedor enfermo o muerto que encuentren.
Las autoridades de Bayannur destacaron, particularmente, la amenaza de las marmotas, un tipo de ardilla terrestre de gran tamaño, que se come en algunas partes de China y de Mongolia. Estos animales viven en zonas rurales y suelen ser portadoras de la bacteria.