Los anuncios anti-vacunas en Facebook son financiados por dos conocidas organizaciones
La controversia con respecto a las vacunas hace referencia a una disputa acerca de la ética, además de la efectividad y seguridad de la inmunización en sí.
La evidencia médica y científica respalda los beneficios de las vacunas al reducir la mortalidad y las complicaciones derivadas por enfermedades infecciosas, porque compensan con creces los raros efectos adversos graves asociados.
Desde que la vacunación comenzó a introducirse a finales del siglo XVIII, sus detractores han sostenido la idea que las vacunas son ineficaces, que son o pueden ser potencialmente peligrosas y que las inmunizaciones obligatorias violan derechos individuales y/o principios religiosos de la población.
Desde entonces, la existencia de campañas contra la vacunación han dado como resultado daños innecesarios y muchas muertes evitables, por lo que en este año, la Organización Mundial de la Salud catalogó a estos grupos radicales anti-vacunas como una de las 10 principales amenazas a la salud pública a nivel mundial.
¿Quiénes financian a los anti-vacunas?
Con la finalidad de indagar quiénes y cómo financian las campañas anti-vacunas, investigadores de las Universidades George Washington, Johns Hopkins y la de Maryland analizaron más de 500 anuncios publicados entre diciembre de 2018 y febrero de 2019.
En esta fecha, Facebook volvió a actualizar sus políticas de anuncios relacionados con las vacunas. Este nuevo estudio fue publicado en la revista Vaccine .
De los anuncios revisados, 163 fueron pro-vacunas, provenientes de 83 organizaciones del área de atención médica. Por el contrario, 145 avisos alertaban sobre presuntos daños de la vacunación, de los cuales, el 54% de los mensajes eran financiados por solo dos compradores: las organizaciones dirigidas por Kennedy y Cook, reconocidos activistas antivacunas.
El World Mercury Project presidido por Robert F. Kennedy Jr y Stop Mandatory, emplea plataformas provenientes de financiación colectiva, para recaudar dinero destinados a anuncios de Facebook y sus gastos personales.
Como una forma de frenar estas iniciativas, la plataforma de financiación colectiva GoFundMe prohibió la recaudación de fondos de Cook en marzo de 2019, mientras YouTube desmonetizó los videos de Cook.
El otro financista, Kennedy, es hijo del ex fiscal general de los Estados Unidos Bobby Kennedy. También tiene una organización sin fines de lucro centrada en causas ambientales.
«Absolutamente nos sorprendió«, dijo David Broniatowski, profesor de ingeniería en la Universidad George Washington, uno de los autores del informe. «Estas dos personas estaban generando la mayoría del contenido«.
El estudio de la revista Vaccine es el primero en analizar anuncios antivacunas en el archivo publicitario de Facebook.
Facebook y las noticias antivacunas
Dentro de las redes sociales, Facebook tiene más de dos mil millones de usuarios y aproximadamente el 68% de los estadounidenses recibe sus noticias en la plataforma, según puntualizó el estudio.
Los algoritmos de micro focalización de Facebook, a diferencia de la televisión, la radio o los periódicos, han permitido que los grupos antivacunas se concentren en individuos susceptibles a las dudas sobre las vacunas, en especial, las mujeres y los padres de niños pequeños
Los anuncios anti-vacunas también tienden a ser vistos por más personas antivacunas, que «llegaron habitualmente a audiencias entre 5,000 y 50,000 personas» y además cuentan con presupuestos más cuantiosos, que pueden llegar hasta US 499 por anuncio.
A menudo, estos anuncios también se vinculaban a productos que la gente podía comprar, incluidos remedios «naturales», libros y seminarios.
Los investigadores también indicaron que las nuevas reglas que Facebook estableció para promover la transparencia de los anuncios, en realidad están penalizando los anuncios pro-vacunación de hospitales y centros de atención médica.
Inconvenientes con Facebook
Nicholas Marcouiller, estratega digital de Tunheim, que elabora anuncios para la Asociación de Hospitales de Minnesota, dijo que la mayoría de sus anuncios se marcan automáticamente como políticamente sensibles, y como consecuencia, los trabajadores de las redes sociales tienen que reenviarlos a Facebook para su revisión humana, que tarda mucho tiempo.
Por el contrario, los grupos antivacunas son especialistas en promover sus ideas, ya que publican docenas de anuncios antivacuna por año y conocen bien los nuevos requisitos de divulgación de Facebook.
Un portavoz de la compañía de Facebook explicó cómo controlarán esta serie de contenidos nocivos para la salud pública, a fin de disminuir las campañas anti-vacunas: “Abordamos la información errónea de la vacuna en Facebook reduciendo su distribución y conectando a las personas con información autorizada de expertos en el tema. Nos asociamos con organizaciones líderes de salud pública, como la Organización Mundial de la Salud , que ha identificado públicamente engaños de vacunas. Si estos engaños aparecen en Facebook, tomaremos medidas contra ellos, incluido el rechazo de anuncios«.