Descubren antibiótico de amplio espectro a base de arsénico
La multirresistencia a los antibióticos está reconocida como una de las mayores amenazas para la salud pública en la actualidad, pues con cada nuevo antibiótico, surge inevitablemente la resistencia en un tiempo variable desde su uso.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), calculan que unos dos millones de personas en los Estados Unidos se infectan con bacterias resistentes a los antibióticos cada año, situación que termina matando a más de 23 mil de ellas.
La OMS advirtió que «un número creciente de infecciones, como neumonía, tuberculosis, gonorrea y salmonelosis, se están volviendo más difíciles de tratar, ya que los antibióticos utilizados para tratarlos se vuelven menos efectivos» y publicó recientemente un listado de patógenos resistentes que más amenazan la salud humana a nivel global, dentro de las que destacan algunas de las bacterias que afectan en mayor grado la salud pública, incluida la Escherichia coli, que puede causar infecciones intestinales y urinarias graves, además del Enterobacter cloacae, es el responsable del aumento de infecciones en las unidades neonatales y de cuidados intensivos, entre otras.
La otra patología crítica es la tuberculosis humana– causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis- que es la principal causa de muerte por enfermedades infecciosas a nivel mundial, porque se ha vuelto aún más difícil de tratar debido a la resistencia a los antibióticos, por lo que la OMS declaró que la tuberculosis multirresistente es una crisis mundial de salud pública, que exige una urgente y pronta necesidad de desarrollar nuevos antibióticos nuevos de elevada eficacia.
Arsénico en medicina
Los compuestos conocidos como organoarsenicales contienen átomo de arsénico enlazados a átomos de carbono y se han utilizado como agentes antimicrobianos desde el Salvarsan de Paul Ehrlich, que le valió el Premio Nobel de Medicina en 1908, al encontrar una cura para la sífilis empleando el arsénico como base para su formulación.
Actualmente, los arsenicales aún se usan para tratar algunas enfermedades tropicales- como el melarsoprol organoarsénico que fue desarrollado en 1949 y todavía es recomendado por la OMS para el tratamiento de la enfermedad del sueño causada por el Trypanosoma brucei- prevenir enfermedades infecciosas en aves de corral y como quimioterapia para un tipo de leucemia que no responde a otras terapias.
Nuevo antibiótico con arsénico
Los investigadores de la University’s Herbert Wertheim College of Medicine formaron parte de un equipo internacional en colaboración con científicos del Department of Cellular Biology and Pharmacology y miembros del Institute for Agro-Environmental Sciences, NARO en Japón, que han descubierto un antibiótico de amplio espectro que contiene arsénico. El estudio que da cuenta de estos hallazgos fue publicado en Nature ‘s Communication Biology.
Este estudio demostró que una bacteria perteneciente al suelo- la Burkholderia gladioli- produce la arsinotricina (AST) organoarsénica, que corresponde a una sustancia que inhibe la enzima glutamina sintetasa, presente en bacterias.
Ha demostrado ser eficaz, con un amplio espectro contra las bacterias Gram-positivas y Gram-negativas, como Escherichia coli y Enterobacter cloacae. También funcionó contra el Mycobacterium bovis, que es el agente causal de la tuberculosis en el ganado, que demuestra un potencial uso de este antibiótico en el tratamiento de la tuberculosis humana.
Si bien contiene arsénico, los investigadores demostraron que el AST es atóxico para las células sanguíneas humanas e informaron que «no mata las células humanas en el cultivo de tejidos«, pues como indica Barry P. Rosen: «La gente se asusta cuando escucha la palabra arsénico porque puede ser una toxina y un carcinógeno, pero el uso de arsénicos como antimicrobianos y agentes anticancerígenos está bien establecido«, pero aún será necesario realizar pruebas adicionales para determinar la efectividad y la ausencia de toxicidad de este compuesto en animales y humanos.
Con respecto a la multirresistencia a los antibióticos y carencia de opciones terapéuticas, Masafumi Yoshinaga indica: «Nos estamos quedando sin herramientas para combatir estas enfermedades. Necesitamos un nuevo antibiótico potente para resolver este problema«, «Demostramos que este nuevo compuesto de arsénico novedoso puede ser un potente antibiótico«
Pues como Rosen destaca: «Más del 90% de los medicamentos potenciales fracasan en los ensayos clínicos«.
El equipo se encuentra en fase de patentamiento de su descubrimiento. Después deberá trabajar con la la industria farmacéutica para desarrollar un medicamento que contenga el AST de modo utilizable para emplear en antibioticoterpia de manera eficaz, que es un proceso que lleva bastante tiempo- unos diez años- y demanda bastantes recursos económicos.