Cómo las redes sociales afectan nuestra salud
Diferentes investigaciones han afirmado que la excesiva exposición a las redes sociales puede generar depresión, aislamiento y ansiedad, mientras que para los niños puede representar en el futuro un problema en su bienestar adolescente o adulto.
¿Qué dicen los estudios sobre las redes sociales?
Aquí veremos algunas investigaciones que se han realizado para conocer el impacto de las redes en nuestro cuerpo y en nuestra mente.
- Un estudio de 2020 remarca que los niños de 10 años o menos que ya tienen cuentas en redes sociales y son activos en ellas estarán más predispuestos a sufrir impactos negativos cuando sean jóvenes o adultos.
- Investigaciones del 2019, realizadas por Estados Unidos y los Países Bajos, se encargaron de analizar cuán rápido contestamos los mensajes de las redes sociales y cuánto nos afecta esta necesidad de inmediatez. Los resultados mostraron que con el solo hecho de ver el logotipo de Facebook, las personas tenían mayores necesidades de ingresar a esa red social.
- Los resultados de un estudio del 2016 revelan que los adultos jóvenes que consumen redes sociales tienen mayor propensión a padecer ansiedad y depresión. Más específicamente, aquellos que revisaban sus cuentas con frecuencia tenían el doble de chances de sufrir trastornos psicológicos.
Cómo influyen las redes sociales en la salud
Existen diferentes comportamientos y consecuencias que las redes sociales alimentan a diario. Algunas de ellas son las siguientes:
- Estándares irreales de belleza: La presión que se impone a través de las redes sociales con respecto a lo que significa ser bello o exitoso, muchas veces, afecta a la salud mental de sus usuarios.
- Estrés que afecta al bienestar emocional: El hecho de la demanda “artificial” de estar conectados las 24 horas del día para interactuar produce un gran pero innecesario estrés.
- Soledad y aislamiento: A pesar de la creencia de que las redes sociales nos permiten estar conectados con personas con las que no podríamos comunicarnos de otra forma, los estudios afirman que el efecto real es que se sienten aisladas y solas por el nivel de superficialidad de las interacciones.
- Daños en las relaciones interpersonales: Lo que para uno puede ser divertido, para otro resulta ofensivo. Así sucede constantemente en las redes sociales cuando se comparten imágenes o comentarios desafortunados. Un estudio publicado en la revista Computers in Human Behavior asegura que estas situaciones dañan las relaciones de manera permanente.
- Alteración del sueño: Debido a la alta exigencia y al nivel de adicción que generan las redes sociales, los patrones de sueño se ven afectados y la salud física se resiente. Algunas causas del insomnio pueden ser la permanencia frente a una pantalla por largo tiempo, la “obligación” de estar activos y la excitación emocional que provoca la presencia en redes.
Cuál es la importancia del buen uso de las redes sociales
Según investigaciones, en los últimos años, muchos usuarios jóvenes de internet han decidido dejar de lado las redes sociales por un mes o más y los resultados fueron sorprendentes. Aseguran que, durante ese período, se encontraron más concentrados y productivos en sus actividades y lograron grandes momentos de relajación.
Estas respuestas demuestran cómo las redes sociales nos quitan gran parte del tiempo de cada día y cómo el compromiso con estas redes sociales nos distorsiona la visión real acerca del compromiso con nuestra vida profesional, personal, creativa y emocional. ¿Cuánto tiempo nos quita? Se ha investigado que los empleados pasan 2,35 horas de trabajo cada día revisando sus notificaciones de redes sociales.
Redes sociales: ¿siempre son nocivas?
Por supuesto que no. Cada actividad tiene sus pros y sus contras. En este caso, lo importante es realizarla en su justa medida. Por ejemplo, nadie puede negar lo positivo de consultar las redes para informarnos, aprender nuevas cosas o expresar y reivindicar nuestras posturas políticas, religiosas o deportivas.
Pero ten tus cinco sentidos bien alertas para reconocer si esta fuente inagotable de recursos se convierte en una necesidad innata de tu vida.
En esos casos, la mejor alternativa es apagar el teléfono mientras se trabaja. Y, si esto no es posible, al menos desactivar las notificaciones para no distraer la atención cada vez que algo sucede en las redes.
Hacer el intento puede cambiar la productividad y mejorar la calidad de vida. ¿Te animas?
Con información de Medical News Today y Grupo Doctor Oliveros.