El Accutane y sus efectos sobre las bacterias que causan el acné
El acné corresponde a una afección cutánea de elevada frecuencia, en que se altera el equilibrio de la microbiota de la piel, manifestándose en erupciones cutáneas de diversa intensidad.
Según datos estadísticos, 8 de cada 10 preadolescentes lo padecen. El acné común surge habitualmente entre los 8-12 años, como manifestación inicial de la pubertad. Según sexos, es más común en niñas de 14 a 17 años y en niños de 16 a 19 años. Es normal que desaparezca a los 25 años, aunque el 12% de las mujeres y el 3% de los hombres tendrán acné hasta los 44 años.
Esta afección puede ocurrir a cualquier edad, como queda demostrado en mujeres que lo desarrollan en sus 30, 40, 50 y más. Incluso los bebés recién nacidos no están exentos de padecerlo.
El acné afecta a todas las etnias por igual, y con frecuencia se relaciona con antecedentes familiares, pues si un padre lo tuvo, es más probable que el niño también lo presente.
Importancia del tratamiento
El impacto negativo del acné en la autoestima de los niños y adultos se conoce bastante bien. Puede llevar a desarrollar ansiedad , pérdida de confianza, aislamiento social, ausentismo escolar y laboral. Las calificaciones pueden verse afectadas, además de la burla de los compañeros, que pueden complicar aún más una situación de aislamiento.
En casos de acné grave, pueden desembocar en depresión adolescente y pensamientos suicidas.
Las consecuencias físicas, además de las típicas erupciones cutáneas, comedones e incomodidad en la piel, incluyen manchas oscuras, que pueden tardar meses o años en desaparecer. En aquellos casos más graves que presentan quistes y nódulos, pueden quedar importantes cicatrices permanentes.
Todas estos efectos pueden ser prevenidos o atenuados con el seguimientos de un tratamiento apropiado y oportuno.
Fármaco más difundido: la isotretinoína
Al 25% de los pacientes con acné vulgar se les recetan antibióticos orales que deben ser ingeridos por un período mayor a 6 meses, que pueden causar un efecto colateral significativo, como es el caso de la disbiosis o resistencia a los antibióticos.
Estos fármacos antiacneicos están dirigidos contra el Cutibacterium acnes, también conocido como Propionibacterium acnés, bacteria asociada con el acné y que puede causar infecciones oportunista.
La isotretinoína o ácido 13-cis-retinoico es un retinoide sintético (un derivado de la vitamina A)- que se comercializa bajo la marca Accutane– es uno de los fármacos de uso más extendido para el tratamiento del acné de grado moderado a severo, aunque se desconoce con exactitud cómo ejerce su mecanismo y la consiguiente mejoría del acné.
Pero la isotretinoína tiene asociada una serie de posibles efectos secundarios, que incluyen depresión y daño hepático. También causa defectos congénitos graves dependientes de la dosis, cuando las mujeres lo ingieren durante el período de gestación.
La isotretinoína y sus cambios en el microbioma
Un grupo de investigadores de la Washington University School of Medicine en St. Louis, realizaron un estudio que fue publicado en el Journal of Investigative Dermatology, donde revelan cómo la isotretinoína cambia la microbioma de la piel, hallazgos que sirven para enfocar de una manera distinta el tratamiento del acné.
El autor principal del estudio, Dr. William H. McCoy, explica que “hay áreas grasas de la piel que dan soporte al crecimiento de ciertas comunidades de bacterias, y sabemos que algunas de ellas parecen estar asociadas con el acné«.
Los investigadores se propusieron averiguar si el tratamiento con isotretinoína reduciría la cantidad de bacterias, especialmente del Cutibacterium acnes, principal microorganismo asociado al acné.
El estudio incluyó a 17 personas con acné que recibieron tratamiento con isotretinoína. El grupo de control estaba formado por ocho individuos: cuatro que padecían acné y cuatro sin esta afección, que no recibieron ningún tratamiento.
El equipo recolectó muestras de la piel facial de cada participante en cuatro ocasiones -durante un período de 10 meses- a los cuales se les estudió el microbioma (conjunto de genes de los microorganismos que forman parte del cuerpo) a través de sofisticadas técnicas de laboratorio.
Como fruto de este estudio, se encontró que el tratamiento con isotretinoína redujo efectivamente el número de C. acnes, como explica McCoy: «El medicamento parece hacer que la piel sea menos hospitalaria para las bacterias que causan el acné”.
El equipo también encontró que la diversidad bacteriana en la superficie cutánea se vio incrementada, al evidenciar que la presencia de otros tipos de bacterias aumentó en número después del tratamiento con isotretinoína, hallazgo que no se había relacionado anteriormente con la mejoría del acné.
Estos resultados indican que la isotretinoína cambia las condiciones físico-químicas de la piel, dando lugar al crecimiento en favor de poblaciones bacterianas más diversas, en vez de modificar directamente la cantidad de bacterias presentes. Además se observó que este efecto continuó incluso después de que se suspendió el tratamiento y la producción de sebo volvió se normalizó, como indica Makedonka Mitreva, profesora asociada de medicina y autora principal del estudiar: «Después del tratamiento, las comunidades microbianas cambian a una mezcla de poblaciones que parece ser más saludable, y ese cambio persiste meses después del tratamiento”.
Cómo mejorar la “calidad” bacteriana
La comprensión de la forma en que actúa la isotretinoína para mejorar el acné es solo el primer paso, pues el equipo ahora está enfocando en un estudio más amplio con miras a mejorar la terapia antiacneica, en palabras de McCoy: «Nuestro estudio sugiere que podría haber una manera de proporcionar algún tipo de ‘fertilizante’ o ‘herbicida’ microbiano en la piel para ayudar a promover el crecimiento de microbios saludables«.
Encontrar un tipo de sustancia que mejore la calidad de la microbiota (población de microorganismos) sería una excelentes forma para reducir los posibles efectos secundarios asociados con la isotretinoína, además de ofrecer ventajas para quienes toman este fármaco y brindar una opción exenta de riesgos para las mujeres embarazadas con acné severo, pues como explica McCoy: «Las mujeres a menudo se quedan sin tratamiento para el acné durante sus embarazos porque simplemente no hay buenas terapias que sean totalmente seguras de usar durante ese tiempo”.