Al menos 73 muertos en Nigeria por brote de fiebre hemorrágica Lassa
La fiebre hemorrágica Lassa es una enfermedad de tipo hemorrágica aguda ocasionada por el virus de Lassa, perteneciente a la familia de los arenavirus, un virus ARN de cadena simple, que provoca una infección viral sistémica diseminada primaria, que puede ser letal debido al deterioro de la inmunidad celular, que conduce a una viremia fulminante.
El huésped natural del virus es la rata Mastomys natalensis, que probablemente uno de los roedores de distribución más frecuente en las zonas rurales de África Occidental.
Estos roedores se infectan y eliminan el virus a través de sus excreciones, como orina o heces, con las que el ser humano puede tomar contacto e infectarse. También puede transmitirse de persona a persona, incluso en medios hospitalarios que carezcan de medidas sanitarias adecuadas, por lo que el personal sanitario está especialmente expuesto.
La fiebre de Lassa si bien es endémica en países como Benin- donde fue diagnosticada por vez primera en noviembre del 2014- Ghana, Guinea, Liberia, Malí, Sierra Leona y Nigeria, no se descarta su ocurrencia en otros países de África Occidental, donde se registran unos 300,000 a 500,000 mil casos anualmente.
Cuadro clínico y morbimortalidad
Esta patología puede afectar a personas de cualquier edad. En el 80% de los casos la enfermedad es leve y pasa inadvertida, pero existe un 20% de infectados que presenta una forma grave con compromiso multisistémico.
El período de incubación del virus es de 6-21 días, tras lo cual, aparecen síntomas inespecíficos, propios de muchas virosis, como son dolores de cabeza, náuseas, vómitos o diarrea.
Entre las complicaciones de la fiebre hemorrágica se encuentran las hemorragias de las mucosas (17%), asociada a la trombocitopenia por un inhibidor sérico y disminución de la agregación plaquetaria; déficit auditivo neurosensorial (4%); derrame pleural (3%) y derrame pericárdico (2%), que dependen del grado de viremia más que de la respuesta humoral de los huéspedes, y es de peor pronóstico cuando cursa con elevados niveles de la enzima aspartato aminotransferasa.
La duración de la enfermedad puede variar en un amplio rango. El intervalo entre el comienzo de la sintomatología y cuando se produce el alta es de unos 17 días, y entre el inicio de la enfermedad y el fallecimiento puede ser de unos 5 días.
La tasa de mortalidad global es del 1%, pero puede llegar al 15% en aquellos pacientes hospitalizados que se han descompensado, además de producir altas tasas de mortalidad materna (29%) y abortos o muertes neonatales (87%).
El 25% de los pacientes que sobreviven a este cuadro presentan sordera, y en la mitad de ellos la audición se logra recuperar parcialmente al cabo de 1 a 3 meses. Durante la fase de recuperación pueden aparecer de forma transitoria algunos trastornos de la marcha y caída capilar.
Después de la infección y recuperación, el patógeno sigue excretándose a través de la orina por 3-9 semanas, y por 3 meses en el semen.
Se estima que la población que se encuentra en riesgo de contraer esta enfermedad es de 59 millones, y se estima una incidencia anual de la de unos 3 millones, y mortalidad de unas 67,000 personas.
En cuanto al manejo clínico, todos los casos sospechosos deben ser internados y aislados, ya que puede derivar en transmisión intrahospitalaria si no se realizan las medidas de control sanitario y seguimiento epidemiológico adecuadas.
El diagnóstico rápido y su tratamiento inmediato son fundamentales, que se realiza en base a ribavirina y medidas de soporte general.
El brote en Nigeria
El brote de esta enfermedad ha ocasionado 913 casos y 73 muertos en lo que va de este año, en los diecisiete estados de Nigeria en que se han presentado nuevos casos.
En la última semana, que incluye del 12 al 28 de febrero, se han confirmado 68 casos, en siete estados- pertenecientes a la zona sur del país-con 4 fallecimientos.
El Centro Nacional para el Control de Enfermedades indica que la tasa de mortalidad entre los casos confirmados y probables ascendería al 21%.
El pasado día 13, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó de que aumentaría el apoyo al país debido al “preocupante” brote.
El representante de la OMS en Nigeria, Wondimagegnehu Alemu dijo en un comunicado: “El alto número de contagios de fiebre Lassa es preocupante. Estamos observando un número inusual de casos en esta época del año”, por lo cual, la OMS prometió un mayor apoyo al país frente a este grave brote, con un incremento en la vigilancia epidemiológica, para disminuir la transmisión de este virus y aporte de suministros médicos para un adecuado manejo y tratamiento de los pacientes afectados.
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