Tenias y difilobotriasis en personas que consuman pescado crudo infectado
Aunque a veces parecería que las enfermedades parasitarias ocasionadas por helmintos tienen una baja prevalencia en los países del primer mundo, de vez en cuando, las noticias causan impacto cuando aparece un caso de características relevantes que llama la atención del público en general.
Este es el caso de un hombre de California que tras ir al baño en su casa, realizó un aterrador e inquietante hallazgo.Tras sufrir espasmos abdominales y diarrea sanguinolenta, notó que una porción de materia desconocida pendía de su ano después de defecar. El hombre lo agarró y extrajo, para descubrir que era una impresionante tenia de 1,7 metros de longitud.
El paciente llegó a la sala de emergencias con el parásito envuelto, solicitando tratamiento. Tras la anamnesis correspondiente, el médico que lo atendió, supo que el paciente no había viajado a ningún otro país ni había realizado alguna actividad que pudiera haberlo expuesto al parásito. La clave la arrojó la información sobre sus gustos gastronómicos: le gustaba el sushi, especialmente el sashimi de salmón crudo, plato que consumía a diario.
El parásito
Diphyllobothrium spp. son tenias adquiridas por la ingestión de pescado crudo o insuficientemente cocido. Existe una tenia, reconocida por infectar al salmón del Pacífico asiático, que también se ha encontrado en los peces de aguas estadounidenses, conocida como Dyphyllobotrhium nihonkaiense, llamada comúnmente tenia japonesa, presenta un color blanco cremoso, y pueden crecer hasta 2-15 m en el interior del intestino delgado humano.
Recién en el año 1986, la tenia japonesa fue reconocida como un parásito humano distinto de la tenia común de los peces (Diphyllobothrium latum), cuya validez se confirmó posteriormente por datos moleculares, principalmente en base a las secuencias del gen cox 1. El primer caso humano conocido en América del Norte se registró en el 2008.
Antecedentes epidemiológicos
Esta tenia representa el segundo agente causal más común de difilobotriasis en humanos. Si bien se han reportado unos 2,000 casos, principalmente provenientes del noreste de Asia, estudios recientes que emplearon métodos moleculares de diagnóstico indican que el número de humanos infectados por este parásito puede haber sido altamente subestimado.
Los estudios sobre la transmisión de la tenia japonesa en Japón y el este de Rusia (región de Primorsky) identificaron 4 especies de salmón del Pacífico infectados con los plerocercoides del Diphyllobothrium nihonkaiense, considerados como las principales fuentes de infección humana: salmón chum (Oncorhynchus keta), salmón masu (O. masou), salmón rosado (O. gorbuscha) y salmón rojo (O. nerka). Estos peces se infectan en aguas salobres a lo largo de la costa del Océano Pacífico Norte.
Posteriormente, estos plerocercoides se detectaron en la musculatura del salmón rosado silvestre (Oncorhynchus gorbuscha) de Alaska, en E.E.U.U.
El aumento de casos de difilobotriasis por la tenia japonesa en zonas en que la infección no es endémica, se ve reflejada en la creciente demanda por consumir pescado crudo, como es el caso del sushi y sashimi.
Signos y síntomas
Si bien la mayoría de las personas con difilobotriasis no suele presentan síntomas, el 20% de los infectados pueden experimentar dolor abdominal y diarrea. Se puede sumar una disminución de peso y prurito anal.
Conforme transcurre el tiempo, la infección también puede conducir a la deficiencia de vitamina B12, con la consiguiente sintomatología de índole neurológico, como entumecimiento de los miembros, irritabilidad, alteraciones cognitivas y hormigueo. En algunos casos, la evidencia física se manifiesta en la expulsión de proglótidas en las heces.
En casos raros, «infección masiva» puede causar una obstrucción intestinal o inflamación de la vesícula biliar, donde se puede observar sensibilidad abdominal, signos peritoneales y distensión abdominal.
Diagnóstico
El diagnóstico del parásito se realiza muchas veces por el hallazgo incidental y observación de las proglótidas de la tenia durante la defecación del paciente, así como en el examen microscópico de heces para detectar huevos y parásitos, que constituye la base habitual para el diagnóstico parasitológico.
Tratamiento
La mayoría de los pacientes con difilobotriasis, a menos que tengan síntomas graves, se pueden tratar de manera segura como pacientes ambulatorios.
El tratamiento de la infección es farmacológico, siendo el Praziquantel la droga de elección y la Niclosamida, una alternativa aceptable. Si falla el primer ciclo de tratamiento, se puede administrar un segundo ciclo de tratamiento idéntico.
No se requiere tratamiento quirúrgico a menos que exista una la obstrucción intestinal. La suplementación con vitaminas puede ser requerida en casos severos de deficiencia de vitamina B-12, pero como regla general, no es necesario realizar limitaciones ni restricciones de actividad diaria.
Prevención
Para protegerse, los expertos recomiendan no comprar pescado crudo o con insuficiente cocción en restaurantes de dudosa higiene o de baja categoría.
La infección por estas especies parásitas se puede prevenir congelando y almacenando pescado a -20 ° C durante 7 días o -35 ° C durante 15 horas previo al consumo. Alternativamente, los plerocercoides larvales son destruidos al cocinar el pescado a una temperatura de 54-56 ° C durante 5 minutos.